—Yo sé que Su Alteza me pidió no decir nada —dijo
Randolph—, pero es un día muy especial no sólo por el compromiso del príncipe,
sino por otro motivo muy importante de celebración que tampoco puede pasar por
alto, ya que es un acontecimiento que a todos nos llena de júbilo también y que
mejor momento que este para hacerlo saber. Hoy ha sido el día más feliz para Su
Alteza y creo que ha sido el mejor regalo que ha deseado y que ha podido
recibir, pido que levantemos nuestras copas por este inolvidable día porque por
segunda vez el Príncipe de Bórdovar ha vuelto a nacer, gracias le doy a Dios
por un año más de vida de su alteza, hoy es el vigésimo octavo cumpleaños del
príncipe ¡Salud!
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