Lo seguí mirando fijamente pero no sé por qué razón, me acerqué de
nuevo a él pero esta vez no me senté en sus piernas de lado, sino a horcajadas
sobre él, sujetándolo del cuello con mis brazos lo que hizo que ambos nos
excitáramos. Toqué su nariz con la mía, mientras sentía que sus manos recorrían
mi cuerpo por debajo de la seda;
—¿Quieres
saber con quién hago el amor? —Susurré sensualmente
lamiendo el lóbulo de su oreja—. Pues
creo que un apuesto príncipe que ha cambiado mi vida para siempre, el único
hombre dueño de mis fantasías, de mi corazón, de mi alma y de mi cuerpo. Hago
el amor con el hombre más apasionado, tierno, bello y perfecto que existe sobre
la faz de la tierra, hago el amor con un hermoso príncipe dueño de mis
orgasmos.
—Eres
sorprendente y lo sé —dijo en su éxtasis estremecido y buscando mis
labios ansioso—. Tienes las palabras
justas para ponerme a tus pies.
—Te amo
Ludwig —dije besando una de sus mejillas.
Me miró sorprendido, mostrándome su dulce sonrisa de siempre;
—Que dulce
dices mi nombre con tus labios —dijo cerrando sus ojos—. ¿Es un sueño?
—Ludwig —dije
besando la otra—. Ludwig —insistí
besando su frente—. Ludwig —continué
besando su barbilla—. Ludwig —suspiré
besándolo en su boca con fuerza y pasión.
Lo que había hecho lo volvió loco de deseo y sin darme cuenta, me
levantó junto con él sujetándome con fuerza para no separar nuestra posición,
por lo que yo me aferré a él rodeando su pelvis con mis piernas. Me acostó en
la alfombra cerca de la chimenea en donde no hace falta describir lo que
hicimos y cómo lo hicimos, torrentes de deseo y pasión hirvió repentinamente
entre los dos y nuestros cuerpos ardientes comenzaron a hablar un mismo idioma,
haciendo que todo lo que sentíamos se consumara ahí y aún después también, continuamos
disfrutándolo en la habitación amándonos hasta ya entrada la madrugada, cuando
el cansancio y el sueño nos vencieron. Loui había estado muy tenso ese día y
creo que el despedirnos de la cabaña de esa manera fue lo mejor que pudimos
haber hecho para sentirnos libres, plenos y deshacernos de esa tensión que nos
había agobiado durante el día.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario